Misteriosa leyenda universitaria- Final 2.2

Viene de...

Después de una larga caminata por toda la avenida La Encalada; Freddy, Thalía y Santiago, estaban cansados y ya que no tenían nada de que hablar le preguntaron a Freddy:

-¿Cómo así se te perdió tu guante? ¿Cómo era ese tipo raro? … ¡Cuéntanos!

Entonces Freddy dando un gran suspiro como nunca antes lo había dado respondió:

-¡Ummm...! bueno… yo nunca pensé que esto pasaría, pero hay un…no sé como decirlo….pero hace años un joven al que yo maté, que no descansa en paz. Él era uno de los más populares en la escuela y en una de mis pesadillas lo… lo asesiné.

Thalía y Santiago se quedaron sorprendidos, no podían creerlo… ¿Una de las víctimas de Freddy había revivido para cobrar venganza? Después de varios segundos, Freddy respondió:

-No solamente para vengarse de mí, sino para matar a chicas inocentes engañándolas y llevándoselas a lugares alejados para luego matarlas… Lo que él quiere es que todos sufran de la misma manera que el sufrió… y creo que el fue quién pudo haberse llevado a su amiga Luciana.

Por otro lado Piero, Carol, Jonathan y el Chapulín Colorado, estaban tratando de buscar alguna pista o alguna señal de vida, pero encontraron una mancha de sangre. Esta tenía a los tres muy preocupados. Se encontraron con Thalía, Santiago y con ¡FREDDY KRUGGER!

Al principio se asustaron, pero luego les contaron todo lo que había pasado hasta antes de que se encontraran. Ya unidos los siete decidieron no separarse. Freddy les contó que el presunto compañero de las clases de los 5 amigos era un monstruo que presumía ser un chico solitario y tímido, pero en las noches se transformaba en un ser horrible y escalofriante.

De pronto, escucharon un grito aterrador y sospecharon que provenía de la universidad así que todos regresaron para ver de donde provenía ese grito. Al entrar, vieron que había un centenar de personas dentro y todas estaban vestidas con túnicas negras. En una especie de “atrio” había dos personas; una estaba de túnica roja y la otra de túnica blanca, esta estaba echada en un “altar”. Todos estaban en silencio, aunque parecía que murmuraban algo en una extraña lengua.

Los 7, ahora ya, amigos se acercaron sigilosamente tratando de ni hacer ruido y de pasar desapercibidos se acercaron hasta adelante. Teniendo una mayor perfección en la visión, identificaron a dos personas. El que estaba de túnica roja era ese chico solitario y sumiso que se hacía llamar Pablo y la persona que tenía la túnica blanca, era Luciana… su amiga, que parecía querer escapar de ahí.

En ese momento Pablo, estaba alzando una espada hacia el cielo y repetía algo confuso. Ahora, se disponía a sacrificar a Luciana, ella había visto que sus amigos y su novio se habían ido a salvarla, los miraba con alegría y desdicha. Su novio, Piero, trató de impedirlo, corrió lo más rápido que pudo hasta el atrio e iba sintiendo el miedo en su interior, corría y corría cada vez más. Luciana desde lejos lo miraba con resignación y ternura, con la mirada le decía que lo amaba y que siempre estaría con él. Piero llegó hasta ese atrio, pero Pablo ya la había asesinado. Luciana, no tenía una mirada fija. Por sus mejillas, corría la última lágrima... de tristeza.